La reina sola

Sinopsis de La reina sola:

Una mujer enfrentada a los tres mayores poderes de su época.

Amor, odio y venganza. Una apasionante historia que cambió el destino de España y el poder en el Mediterráneo.

Una joven reina recién coronada y sin experiencia de gobierno es abandonada por su marido en los peores momentos de su pequeño reino.

Unos nobles hostiles, ansiosos de poder, provocan sangrientas revueltas que amenazan su vida y la de sus hijos. Además, deberá enfrentarse, con la ayuda de unos pocos fieles, a los tres mayores poderes del siglo XIII: Carlos, el gran emperador mediterráneo, Francia y un papa despiadado.

Mientras, a su esposo Pedro le espera el engaño y una devastadora cruzada de un poder diez veces mayor al suyo, que invadirá la corona de Aragón, arrasándolo todo.

Amor, odio y venganza. Una apasionante historia que cambió el destino de España y el poder en el Mediterráneo.

Picasso estrena pared en el Prado, junto a sus maestros Velázquez y El Greco

La obra del pintor malagueño, ‘Busto de mujer’, llega como una donación por cinco años, con la esperanza de convertirse en parte fija de la colección.

'Busto de mujer' de Picasso en la sala 9 B de edificio Villanueva en el Museo Nacional del Prado
‘Busto de mujer’ de Picasso en la sala 9 B de edificio Villanueva en el Museo Nacional del Prado Museo del Prado

El entusiasmo de Picasso por El Greco nació en el mismo lugar donde ambos compartirán espacio durante al menos cinco años. El pintor malagueño acudía al Museo del Prado, durante su formación en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando para nutrirse de las técnicas de los grandes pintores del pasado. 

«Greco. Velázquez, inspiradme», escribió el artista en una hoja de dibujos realizados en Horta de Sant Joan en 1898. Ahora, más de un siglo después, su obra Busto de mujer, de 1943, se expone junto a El bufón Calabacillas de Velázquez en la sala de los retratos de Doménikos Theotokópoulos.

La generosidad de la familia Arango Montull ha hecho posible que la pintura viaje desde una colección privada estadounidense hasta su país natalBusto de mujer, perteneciente a la Aramont Art Collection ha sido donada a American Friends of the Prado Museum y, desde ahí, ha viajado a Madrid, donde esta mañana ha debutado en El Prado. «Nos alegra a todos los que amamos la obra de Picasso, los museos y la Cultura», ha declarado el presidente del Real Patronato, Javier Solana.

La sala 9B del museo acogerá este retrato, que muestra tanto la pasión de Picasso por la tradición pictórica española como su antibelicismo a través de una forma femenina con rasgos deformados.

El sesgo cubista animaliza el rostro de la protagonista y, a la vez, le da una potencia emocional nueva. «Esto ya lo había hecho en otras obras anteriores, de hecho los bustos de mujeres los prodiga en esta época», ha dicho Javier Barón, Jefe de Conservación de pintura del Siglo XIX.

Picasso hizo Busto de mujer en sólo un día de octubre de 1943, en la Rue des Grandes Agustines de París, tras la ocupación alemana. En ese momento, «el autor no tiene una relación tan estrecha con el medio artístico como había tenido en otros periodos. Se muestra más ensimismado en lo que hace, con una manifestación hacia una intensidad expresiva muy marcada«, ha explicado el jefe de conservación. Los guiños, por eso, se dirigen hacia los retratos del Siglo de Oro.

El reconocimiento y las referencias a las prácticas de otros tiempos han llevado a Picasso a compartir espacio con sus grandes mentores artísticos. «Le dedicó a Velázquez más de 40 obras plasmadas con el motivo de las Meninas, es algo que nadie había hecho antes», ha afirmado Barón.

Y añade: «La obsesión por El Greco lo fascinó hasta el final de sus días». El malagueño consideraba a ambos autores como padres de las técnicas que él mismo propulsó: el primero le animó en los inicios del camino cubista y el segundo lo acompañó hasta la muerte.

Busto de mujer será la primera de Picasso que se expondrá durante un largo periodo de tiempo en el museo. Una herida a medio cicatrizar, que dejó El Guernica al marcharse al Reina Sofía desde el Casón del Buen Retiro, pese a que el Prado aún reclama la filiación de Picasso con su colección.

De momento, la obra es un deposito con fecha de caducidad de cinco años, que espera convertirse en una donación permanente. «Se trata de una obra de mucho interés para iluminar la pintura del pasado a la luz de una nueva interpretación. 

De algún modo nos permite calibrar mejor este arte», ha asegurado el conservador. Velázquez, El Greco y Picasso se reúnen junto a la Galería Centrar del Museo del Prado, para demostrar que el arte es una conjugación de inspiraciones, desde el ayer hasta el presente más reciente.

Donna Leon: «La gente está ahora más dispuesta a creer en lo imposible y a aceptar lo inaceptable»

DONNA LEON. Montclair, Nueva Jersey, 1942. Escritora. Acaba de publicar Esclavos del deseo (Seix Barral), la 30ª novela protagonizada por el comisario Brunetti, quien ahora se enfrenta de nuevo a la trata de mujeres con fines de explotación sexual.

Cuando escribió su primera novela del comisario Brunetti, ‘Muerte en La Fenice’, ¿se imaginaba que llegaría a la número 30? No, para nada. Cuando escribí esa primera novela creía que sería la única. Para mí todo esto era como un juego: empecé a jugar, pero no sabía si ganaría ni, en ese caso, qué ganaría. Todo lo ocurrido ha sido una auténtica sorpresa para mí.

En estos 30 años, ¿el mundo ha cambiado mucho? No creo que la gente haya cambiado mucho, no. Quizás el mayor cambio es el estándar de lo que es o no permisible. Los juicios que hacemos, los juicios de la sociedad sobre el comportamiento de la gente, son ahora tan bajos que un presidente de los Estados Unidos puede sugerir a la gente que beba lejía para curarse de una enfermedad y las calles no se llenen de gente gritando que está loco, sino que hay a quien le parece que lo que ese presidente ha dicho es buena idea.

Creo que la gente ahora está más dispuesta a creer en lo imposible y a aceptar lo inaceptable. Y también percibo que la actitud hacia el crimen ahora es menos firme de lo que lo era hace unos años.

Nuestros líderes políticos, ¿son responsables de que hayamos bajado el listón moral o son el fruto de ese desplome ético? La única auténtica líder política en la que puedo pensar es Angela Merkel, los otros simplemente son políticos. Creo que hay una enorme diferencia entre alguien como ella, que es una líder política, una persona respetable y honesta que trabaja por el bien de su país, y los demás, que dicen en todas las lenguas que trabajan por el bien de su país pero no lo hacen.

Angela Merkel sin duda es lista, una política muy lista, y sobre todo es una muy buena persona.El protagonista de sus libros, el comisario Brunetti, ¿cómo ha cambiado en estas tres décadas?Se ha hecho más pesimista y un poco más oscuro, pero siempre le salva su sentido del humor.

Y eso creo que es válido prácticamente para todo el mundo: a la gente con sentido del humor le es más fácil vivir viendo todas las cosas absurdas que se ven y viendo que no mejoran.
Brunetti también tiene un profundo sentido moral y de la justicia… Creo que, como mucha gente, tiene el sentido interno de saber que algunas cosas simplemente no están bien, no-están-bien. Puede que sean legales, pero están bien.

En prácticamente todas sus novelas, aun sido thrillers, se tratan asuntos de calado social. ¿La novela negra es un buen instrumento para explicar la sociedad y sus problemas? Así lo creo. En los libros por ejemplo de Agatha Christie, los lectores se sorprendían mucho por el crimen. Pero desde entonces han pasado casi 100 años y el crimen ya no nos sorprende. Además, en los tiempos de Agatha Christie la mayoría de la gente no cuestionaba a las instituciones, no cuestionaba al gobierno, no cuestionaba a la Iglesia, a la industria o al mundo de los negocios.

Hoy muchas novelas negras se ocupan de problemas que en tiempos de Agatha Christie no existían o de los que no se hablaba. Creo que los libros de asesinatos constituyen un medio maravilloso, esquivo y sutil para hablar de los problemas sociales.

Los lectores pueden pensar que están leyendo una novela sobre el asesinato de una persona a manos de otra. Pero el escritor de novela negra puede hacer del crimen algo grande, puede hacer que una persona sufra no porque alguien le odie sino porque se considera que debe ser eliminada por el bien de una compañía, de una familia, de un país o de un negocio.

En esta su última novela, ‘Esclavos del deseo’, se ocupa de la trata de mujeres con fines de explotación sexual, algo que ya abordó hace unos 20 años en otra novela. ¿Cómo ha cambiado en estas dos décadas ese delito? Lo que ha cambiado es que los que suministran la materia prima de ese negocio, es decir, mujeres, ya no van a buscarlas al este de Europa o a Sudamérica, como ocurría mayoritariamente en ese primer libro en el que abordé este problema.

Ahora, la gente que suministra mujeres como materia prima ha encontrado un lugar más conveniente en el que buscarlas: África. Y eso es porque esos traficantes de seres humanos con frecuencia encuentran mucha ayuda en los países africanos de los que proceden esas mujeres. La materia prima de ese negocio sigue siendo la misma, mujeres, sólo que ahora son mujeres de diferente color y de diferentes nacionalidades.

¿Qué se debería hacer para acabar con ese problema?

Algunos países han tratado de prohibir la prostitución y no parce que haya funcionado. Además una mujer esclavizada, ¿comete un delito si se prostituye? No, no lo está cometiendo, al menos desde el punto de vista moral.

Las únicas personas que en mi opinión puede ser consideradas criminales son las que han puesto a esas mujeres ahí y, en menor grado, los hombres que las usan como prostitutas.

Los hombres que usan a prostitutas son menos responsables, pero son responsables porque es por ellos por los que otros traen a esas mujeres y hacen grandes negocios con ellas. Las engañan haciéndoles creer que van a trabajar en un bar o en la casa de una familia.

Porque esas mujeres no vienen a Europa queriendo ser prostitutas, esa no es su meta laboral. Su meta es tener una vida respetable y ser capaces de mandar algo de dinero a sus familias.

Usted lleva muchísimos años viviendo fuera de Estados Unidos. ¿Por qué se fue? No lo sé. No tengo ancla, no tengo un mecanismo que me ate a un lugar. Y creo que es así por mis padres.

Ellos nunca pretendieron que yo me convirtiera en rectora de una universidad o en presidenta de una compañía, en alguien con éxito, rica, famosa. Simplemente, me proporcionaron una buena educación y me dijeron que trabajara en lo que me gustaba. Y a mí me gustaba enseñar y viajar.

He tenido muchos trabajos en muchos sitios distintos. Pero nunca he sentido esa cosa tan de los Estados Unidos de que debía de tener éxito. He tenido la suerte de poder vivir en muchos países en los que ahora sería difícil vivir.

Y he tenido éxito con mi trabajo, pero no porque yo buscara ese éxito o lo desease. Ha vivido muchos años en Venecia, pero hace unos cuantos se trasladó a un pequeño pueblo de Suiza.

¿Por qué dejó Venecia? Por los turistas. Me fui de Venecia porque se la han cargado. Llegué por primera vez a Venecia en la década de los 60, cuando aún era una pequeña ciudad de provincias, y tuve la suerte de hacer amigos venecianos que se convirtieron en una segunda familia para mí y de los que aprendí mucho.

Una amiga de mi madre, que se convirtió en mi segunda madre y que ahora tiene 98 años, me cuenta cómo era Venecia antes, cómo la gente de allí nadaba en los canales.
Yo ya no recuerdo cuando Venecia era Venecia. Lo que sé es cuando salía de casan y me daba de bruces con un mar de personas que no sabían realmente dónde estaban, si en Florencia o en otro lugar.

Salir de casa dejó de ser agradable, era algo que me enfadaba. Me imagino que la gente de Barcelona que vive cerca de Las Ramblas debe de sentir algo semejante cuando sale a la calle. Todo eso se ha parado durante la pandemia, aunque yo no he estado en Venecia para verlo, que es cuando debería haber estado porque la ciudad estaba vacía. Estaba en Suiza, donde vivo desde hace unos años.

Uno de los motivos por los que creo que sus libros tienen tanto éxito es porque muestran una Venecia distinta a la del turismo de masas…Muchos turistas ignoran que Venecia es una pequeña ciudad de provincias en la que todo el mundo se conoce, en la que mucha gente conoce a otra mucha gente porque han ido al colegio o a la universidad juntos, trabajan juntos, juegan juntos a las cartas en el mismo bar…

Yo tuve mucha suerte porque me hice amiga de una pareja y sus dos familias me absorbieron, ambas se convirtieron en mi familia. No puedo decir que durante todos los años que viví allí lo hiciera como una veneciana, porque yo tenía que leer los periódicos para enterarme de lo que pasaba mientras que los venecianos se enteraban de las cosas a través del cotilleo.

Usted decidió que sus libros no se publicaran en Italia para proteger su privacidad. Pero ahora que ha dejado Italia siguen sin publicarse allí. ¿Por qué?

Decidí que no se publicaran en Italia para mantener mi privacidad… y porque tuve dos experiencias muy desagradables. A la inmensa mayoría de italianos que ha leído mis libros estos les han gustado y les ha sorprendido que, no siendo italiana, entendiera el país, porque yo soy una que presta atención a las cosas.

Pero dos señoras mayores me increparon un día muy enfadas diciéndome que cómo me atrevía, siendo estadounidense, a hablar en mis novelas del crimen y la corrupción que hay en Italia y a escribir sólo cosas malas de los italianos. Yo les pregunté que en qué libro habían leído esas cosas de las que hablaban, y me confesaron que no habían leído ninguno de mis libros y que sabían de ellos por lo que se había publicado en los periódicos.

Les pregunté si de verdad pensaban que no había corrupción en la política italiana y que, si así era, entonces era una mentirosa. Y se marcharon de allí enfadadísimas. No era tanto lo que se decía en los libros lo que las enfurecía, sino que el que lo hiciera alguien que no era italiano. Y lo entiendo, si alguien hiciera una afirmación muy crítica respecto a Estados Unidos yo respondería, es humano querer proteger lo que es tuyo.

Pero ahora ya no vive en Venecia, no corre el peligro de encontrarse con algún italiano que la increpe de ese modo…Bueno, voy y vengo de Venecia una vez al mes.

El comisario Guido Brunetti lee a los clásicos cuando necesita inspiración, cuando necesita concentrarse. ¿Por qué? Porque con frecuencia encuentra en esos escritores clásicos las mismas preocupaciones y las mismas respuestas que tienen los escritores actuales.

Si lees por ejemplo La Iliada o La Odisea te das cuenta de que son como películas: hay un montón de acción, el sentido de lo que está bien y de lo que está mal, de lo que es importante para esa cultura… Para Ulises lo importante es volver a su casa y ponerla en orden, y para conseguirlo todo está permitido.

En La Iliada la confianza se destruye y el honor de Menelao debe ser reparado, y para conseguirlo todo está permitido. Era gente terrible, hacía cosas terribles, particularmente a las mujeres.

Esa gente de hace 3.000 años justificaba las cosas en base a lo que su cultura les decía que estaba bien y lo que les decía que estaba mal. Brunetti reflexiona con frecuencia sobre eso, en cómo algunas cosas se siguen considerando que están bien o mal y otras no.

Todos los escritores clásicos, por ponerle un ejemplo, tenían esclavos, la esclavitud en aquellos tiempos era algo normal. Cuando en una casa se recibía a un invitado importante, se le pedía que eligiera entre las esclavas con quién quería pasar la noche, y la esclava obedecía.

Era algo perfectamente aceptable en esa sociedad, y en la nuestra también, pero de un modo diferente. Brunetti reflexiona en cómo ambas sociedades parecen diferentes… pero en realidad no lo son.

La ley decía por ejemplo que si un esclavo cometía un asesinato, entonces todos los esclavos debían ser ejecutados. En una casa en la que había alrededor de un centenar de esclavos, creo recordar que 110, alguien fue asesinado.

Obviamente, no todos ellos podían ser responsables del asesinato. Pero la ley era inflexible y todos fueron ejecutados. En esos tiempos la esclavitud era normal. Pero hoy tenemos esclavitud sexual, ¿no? Y tenemos también a la mafia.

Y cuando alguien de una familia mata a alguien de otra familia es como cuando un esclavo mataba a su dueño: hay que exterminar a todos los de esa familia. Es lo mismo.

¿Por qué nos atraen tanto las novelas negras? Yo creo que el principal motivo por el que antes atraían, porque ahora las cosas han cambiado, es que antes al final el asesino era pillado y castigado. Hace 100, 80 años, la gente tenía alguna fe en la justicia. No mucha, pero alguna tenía. Hoy, sin embargo, la gente no tiene ninguna fe en la justicia.

Así que creo que leen novelas negras porque en ellas las cosas están claras y el culpable con frecuencia aún recibe un castigo. ¿Y por qué cree que hoy no hay fe en la justicia? Por George Floyd. Así es como funciona la justicia para mucha gente en Estados Unidos. Yo soy estadounidense, soy una mujer estadounidense blanca de clase media, y llevo 50 años sin vivir en EEUU.

Ignoro cómo son tratados los afroamericanos en Estados Unidos, todo lo que sé es a través de los periódicos. Sé, en teoría, que la gente negra sufre a manos de la policía, pero lo que leo ahora me deja boquiabierta, no entiendo cómo puede existir una sociedad con soldados de asalto que llevan armas y pistolas y aterrorizan a una buena parte de la población.

Lo que leo, lo que escucho y lo que veo en los vídeos me parece increíble. Dicen que desde la distancia hay mejor perspectiva…Sí. Y, sobre todo, la distancia me da la capacidad de quedarme en shock, porque estas cosas me dejan en shock. Llevo 50 años viviendo en lugares donde ese tipo de cosas no ocurren, he estado viviendo en países civilizados.

La pandemia, ¿le ha afectado de algún modo como escritora? ¿Es verdad que la incluye en su próximo libro? Creo que un escritor de ficción debe incluir la pandemia en cierto modo. No se trata de hablar de la vacuna de Novavax, de esta otra o de aquella, ni de las empresas, ni de los contratos, ni de los laboratorios ni de los virus, porque nada de eso me interesa.

Pero creo que un escritor debe de mostrar cómo nos ha cambiado esta experiencia. Hace un par de semanas vi a una amiga, una ex estudiante mía, a la que no veía desde hacía dos años. Vino hacia mí y me dio un abrazo, lo que en el pasado habría sido un comportamiento absolutamente normal.

Y me di cuenta de que lo primero que pensé fue: «Ojalá que esté vacunada», y lo primero que le dije fue que yo ya había recibido las dos dosis de la vacuna. Creo que ese tipo de reacción permanecerá con nosotros por mucho tiempo.

Me acaban de invitar a ir en enero a España, a Zaragoza y a Barcelona, y mi primera reacción ha sido: quién sabe cómo será la situación en enero. Me gustaría ir, por supuesto. Pero… Hacemos juicios sobre el futuro pensando en lo que nos gustaría hacer, pero nadie sabe cómo va a evolucionar la situación.

Creo que dejar de darnos un apretón de manos o no sentarnos en el autobús junto a alguien va a estar con nosotros por mucho tiempo. Y eso es lo que creo que hay que reflejar. Acabo de terminar de escribir mi libro número 31, y con la función de búsqueda mi editora revisó el manuscrito en busca de la palabra «mano» o «manos».

En la mitad de los casos, los personajes del libro se daban la mano, pero la gente ya no se da la mano. Así que tuve que revisar esos pasajes e inventarme nuevas formas de saludo, porque si no a los lectores les habría chocado. ¿Cree que la pandemia nos hará más conscientes del cambio climático, otro problema que ha tratado en sus novelas? Ojalá.

Y no sólo la pandemia: estamos viendo cómo en Noruega tienen la misma temperatura que en Palermo. Lo que yo no entiendo es cómo la gente no sale a las azoteas de los edificios y se pone a gritar y a tirarse del pelo. Mire, yo tengo 78 años, así que a mí no me pueden quitar ni robar muchos años de vida.

Pero si tuviera hijos o nietos, me preocuparía mucho que les pudieran arrebatar 60 años de vida. Lo inconcebible para mí es la pasividad de la gente ante este problema. Hablo a través de Skype con gente en Nueva York que se lamenta del calor que hace, de que tienen 42 grados. Yo les pregunto entonces: ¿Estáis usando la secadora? Y me responde que por supuesto, sin entender lo que le estoy diciendo.

Es inmoral tener una secadora cuando en cualquier supermercado se puede comprar un tendedero, colgar ahí tu ropa y tenerla seca al día siguiente, sin gastar la tremenda cantidad de electricidad que consume una secadora.

A veces, cuando digo esas cosas, me miran como si fuera una loca, la señora mayor de pelo blanco que grita contra la secadora. Pero tenemos que cambiar el modo en que vivimos. Y nadie, o muy poca gente, desea hacerlo. Después de tantos años escribiendo con éxito novelas negras,

¿Cuál es la receta para un buen thriller? Creo que conozco esa receta desde el principio, se aprende cuando lees muchas novelas negras, y cuando yo estaba en la universidad sacándome el título en Literatura Inglesa del Siglo XVIII leía muchísimas novelas de asesinatos.

Me entretenían y, como no tenía televisión, leía libros. Y sí, claramente hay un patrón, un libreto: para empezar, tiene que haber un crimen, y la persona que es asesinada lo ha sido por una razón generalmente importante.

Luego hay que presentar a otros personajes y, a medida que el libro avanza, hay que mostrar a muchos de esos personajes como culpables, algo que Agatha Christie hacía divinamente. Y luego, al final, se revela quién es el verdadero asesino, de manera que el lector puede volver atrás en el libro y darse cuenta de que todas las pistas estaban allí.

En las novelas negras clásicas, el culpable era arrestado y acababa en prisión, acababa siendo ahorcado o ejecutado. Pero en los tiempos modernos, en el siglo XXI, el responsable sale a la luz pero con frecuencia es alguien que sólo representanta a unas fuerzas mayores, así que el verdadero culpable se va de rositas.

Cinco novelas que Megan Maxwell metería en su maleta de vacaciones sí o sí

La mayor exponente española de la novela romántica y el género ‘chick lit’, Megan Maxwell, es una Lope de Vega de la vida, al menos cuantitativamente hablando. Cuarenta y cuatro obras lleva publicadas desde 2009, aquel año que su vida cambió radicalmente mientras trabajaba en una asesoría jurídica. Su hijo enfermó y para entretenerse durante las largas horas en casa empezó a escribir. Y ya ha sido un no parar. Claro que si a cualquier escritor le fuese tan bien como a María del Carmen Rodríguez del Álamo Lázaro (su verdadero nombre), tampoco pararía. Es la escritora más leída de España, 2.500.000 de ejemplares vendidos y subiendo. Ahora acaba de publicar ‘Hay momentos que deberían ser eternos’, así que le pedimos que nos cuente por qué deberíamos incorporarlo a nuestra maleta vacacional y qué otros cinco libros se llevaría ella a la playa.

POR QUÉ LEER ‘HAY MOMENTOS QUE DEBERÍAN SER ETERNOS’…

«Porque es una lectura perfecta para el verano. Además de que te permitirá desconectar de todo, te hará sentir, sonreír y emocionarte, y te aseguro que, cuando la termines, te darás cuenta de lo maravilloso que es vivir».

… Y ESTOS OTROS CINCO LIBROS

‘¿Qué podemos perder?’, de Sandra Miró (Esencia)

Es una novela que me ha hecho comprender mejor cómo piensa y cómo vive una generación que no es la mía.

‘El Rescate’, de Julie Garwood (B de Bolsillo)

Fue la primera novela romántica de ‘highlanders’ que leí y me enamoré de ella.

‘El beso del highlander’, de Karen Marie Moning (B de Bolsillo)

Porque me apasionan las Highlands y las novelas de viajes en el tiempo.

‘El highlander oscuro’, de Karen Marie Moning (B de Bolsillo)

Disfruté tanto con la primera parte (‘El beso del highlander’) que no podía quedarme con las ganas de conocer la historia de su hermano.

Jane juega y gana, de Rachel Gibson (Ediciones B)

Una comedia romántica con la que me divertí muchísimo.

Juan Pablo Duarte recibe honra en el Altar de la Patria

Santo Domingo, RD.- La Comisión Permanente de Efemérides Patrias y la Hermandad Misionera Paz Dominicana, durante un emotivo acto honraron la memoria del fundador de la república, Juan Pablo Duarte, al cumplirse este 15 de julio el 145 aniversario de su fallecimiento.

Juan Pablo Uribe, presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias al hacer el depósito de ofrenda floral, dijo que hoy se cumple el 145 aniversario del fallecimiento del más puro, el más grande, el más profundo y comprometido de los dominicanos. En este sentido, destaca que la Comisión Permanente de Efemérides Patrias lo asume como el modelo de servidor público que debe tener el país y que debe ser parte del Estado dominicano.

    Juan Pablo Duarte es un símbolo de honradez, decencia, transparencia, verticalidad en los principios y de entrega a los demás.

     “El pensamiento de Juan Pablo Duarte, 145 años después de su fallecimiento tiene en este siglo XXI, plena vigencia, una República Dominicana libre, soberana, independiente, próspera y con justicia social, donde todos los dominicanos y dominicanas se sientan parte de su presente y de su destino y que la Patria, no sea una palabra hueca ni un concepto abstracto, sino una realidad concreta que nos incluya a todos en la perspectiva del desarrollo material y espiritual de la nación.

Duarte para vencer las dificultades y lograr el objetivo supremo de una República Dominicana para todos, siempre bajo el signo sagrado de Dios, Patria y Libertad.

Mientras que, a nombre de la Hermandad Misionera Paz Dominicana habló el misionero Rafael Guillén, quien destacó las cualidades y los valores tanto de Juan pablo Duarte como de sus hermanos, en la conquista por lograr la independencia,  que después de darlo todo por la Patria, finalmente hicieron de Venezuela su segundo hogar, quedándose a vivir en este país hasta finalmente ver morir en la pobreza a su hermano en 1876.

Tiene diez años: Niña dominicana con best seller de Amazon

Muchas personas adultas desapro­vechan su tiempo. A Kiana Sosa Ure­ña, su profesora de cuar­to grado, en la Brentwood Park Elementary School, en Burnaby, una ciudad en las afueras de Vancouver, Canadá, le dio un espacio libre, en clases, para que lo dedicara a hacer lo que ella quisiera. La niña, de 10 años, en ese momento, es­cribió la historia de dos ele­fantes, en apuros, que se hacen amigos de un gorila.

A la profesora Livia Chan le pareció tan bue­no lo que leyó que animó a Kiana a enviarlo a un con­curso de su distrito esco­lar. Ganó y, luego, se con­virtió en un libro, que fue best seller de Amazon, y su autora ha sido entrevis­tada en televisión nacio­nal de Canadá, donde na­ció esta niña, que ahora tiene 11 años, y es hija de padres dominicanos.

La historia de cómo la pequeña Kiana, que ame­rita traductora para su en­trevista, pero le encanta la comida criolla, visita con frecuencia al país y se sien­te muy dominicana, escri­bió un libro, que el pasado diciembre llegó a superar, en las ventas de Amazon, las novelas de Harry Pot­ter, empezó con un desafío por una desventaja perso­nal, ella estaba aprendien­do a leer más lento que sus compañeros, explica La ma­má de Kiana, Karoline Ure­ña de Sosa.

“Tardó un poco más que sus compañeros, hasta se­gundo grado, para apren­der a leer. Se sentía mal porque otros alumnos esta­ban más avanzados, como es muy determinada, se po­nía a leer cuentos, para me­jorar. También, acostumbra a hablar sola, si está jugan­do, está diciendo una histo­ria. La profesora descubrió que ella tenía esa habili­dad.”

“Kiana es una narradora y escritora fenomenal.”, es­cribió Chan sobre su precoz estudiante.

De modo que el día en que su profesora dejó a los alumnos escoger a qué pro­yecto dedicarían sus próxi­mos veinte o 30 minutos, Kiana escribió el cuento “Ellie and Lou and The Me­aning of Friendship”, en es­pañol “Ellie y Lou: y el signi­ficado de la amistad”, sobre dos elefantes que se sepa­ran de la manada, necesitan ayuda, y se hacen amigos de un gorila.

A la maestra Chan le en­cantó el relato y le propu­so a la niña enviarlo al con­curso, de su distrito escolar, Words Anthology. Kiana ga­nó la categoría Prosa, del 3ro al 5to grado.

Lamentablemente, debi­do a la pandemia, se cance­ló la ceremonia de entrega del premio. Así que, para animar a Kiara, su mamá decidió publicar el cuento.

El relato, que la auto­ra dedicó a su familia en la República Dominicana, fue publicado en formato im­preso y digital.

De su lado, Kiana dice que, cuando vio que tenía su obra en las manos, se sin­tió feliz porque había cum­plido su sueño.

El diario local, Burna­by Now, publicó una reseña. Luego, la entrevistaron para CBC News National, que es televisión nacional. “Estuvi­mos en el noticiario de la ma­ñana, el 31 de diciembre. La gente nos decía, en la calle, las vimos en televisión”, cuenta Karoline.

 Han vendido unos mil 400 libros. Karoline vio có­mo, durante 48 horas, “Ellie y Lou: y el significado de la amistad”, se había converti­do en un best seller de Ama­zon.

“Los días 26 y 27 de di­ciembre, llegó al número 17 en la lista de best seller de Amazon, por encima de Harry Potter.” En la actuali­dad, el 78 por ciento de los compradores del libro, que han dejado sus comenta­rios en la página de Kiana en Amazon, lo califican de excelente.

La niña, amante de la na­turaleza y muy preocupa­da por la preservación del medioambiente, donará a “Conservation Fund of Ca­nada”, una organización sin fines de lucro, parte de las regalías de las ventas. Están en proceso de traducir el li­bro al francés y al español.

Orto-escritura: Concordancias complejas

Es norma bien sabida que en buen español el sujeto y el verbo deben concordar en número y persona. Ella dijo que vendrá / Ella y él dijeron que vendrán. Como la lengua no es un cuerpo rígido, natural es que se presenten situaciones lingüísticas en las que la concordancia no resulte tan cómoda como en “Fellito juega con la bola”.

Algunos sustantivos que representan colectividad son propicios para generar dudas respecto de la concordancia entre sujeto y verbo. No me refiero a colectivos como: grupo, ejército, ganado, patrulla, todos los cuales conllevan verbo en singular igual que si se tratase de una persona física (El grupo se divirtió en grande; El ejército vigila la frontera; El ganado fue trasladado a la otra cerca; Una patrulla intervino para controlar la situación).
Veamos lo que ocurre con el colectivo /mayoría/. Para esto me valgo del Libro de estilo de la lengua española (publicación de la Real Academia Española, 2018, pág. 58).
Caso como la mayoría de los asistentes, cantidad de personas…
a. la mayoría de los asistentes aprobó/aprobaron. En general, con sujetos compuestos por elementos como la mayoría y complementos en plural, se admite la concordancia con el verbo en singular y en plural: La mayoría de los asistentes aprobó/aprobaron la propuesta.

Ocurre lo mismo con el resto de, el X por ciento de, un millón de, la mitad de, la mayor parte de, la totalidad de, un tercio de, un grupo de, un conjunto de, un montón de, un sinfín de, una serie de, una ristra de, un total de, un aluvión de, un puñado de, un número de, una gran cantidad de, un par de…
b. la mayoría vinieron/vino. También se admiten las dos opciones cuando se omite el complemento: La mayoría vinieron /vino.
c. la mayoría de las personas son. Cuando el verbo es copulativo se considera más adecuado establecer la concordancia en plural: la mayoría de las personas son sinceras; Buena parte de los turistas estaban agotados; El 10 % de los alumnos son mayores de treinta años.
d. cantidad de personas vinieron. Con elementos sin determinante delante, como infinidad de, cantidad de, multitud de o gran número de, es más normal la concordancia en plural: Existen infinidad de posibilidades de que vuelvan a darle el premio; Cantidad de personas vinieron; multitud de especies están en peligro; gran número de personas acudieron…
Casos como pareja, gente, ejército…:
a. La gente vino pronto. A pesar de que nombres como pareja, gente, ejército, manada… se refieren a varias entidades, deben concordar en singular con el verbo: La gente vino pronto, no La gente vinieron pronto; La pareja está encantada, no La pareja están destrozados. No obstante, en oraciones distintas contiguas con sujeto implícito es posible poner el verbo en plural: La gente vino pronto. Estaban deseando ver el concierto.
b. Estábamos allí toda la familia. Cuando estos nombres colectivos incluyen al hablante o al interlocutor, es posible, sobre todo en la lengua coloquial, establecer la concordancia en 1ª. o en 2ª. persona del plural: Estábamos allí toda la familia; La gente de letras debería argumentar con facilidad.
c. Estopa dará un concierto en Guatemala. Salvo que el plural esté marcado por otros elementos, los nombres propios que designan conjuntos de entidades concuerdan en singular: EE. UU. presentará (no presentarán) un veto en la ONU (frente a los EE. UU. presentarán un veto en la ONU). Se dice, por la misma razón, Estopa dará un concierto en Guatemala (frente a Los estopa darán un concierto…).

Novela dominicana dentro de las mejores del 2020 según la Biblioteca Pública de Nueva York

La Biblioteca pública de Nueva York (NYPL por sus siglas en inglés), presentó la mañana de este martes los mejores libros del año 2020, y entre ellos, hay uno escrito por la poeta de origen dominicano Elizabeth Acevedo.

Acevedo asistió a la Universidad George Washington, donde obtuvo su licenciatura en Artes Escénicas y luego obtuvo una maestría en Escritura Creativa de la Universidad de Maryland.

Su libro más reciente, Clap when you Land (Aplaude cuando aterrices), es la que aparece en el listado de los mejores libros de la NYPL.

En este se narra la historia de Camino y Yahaira Ríos, dos hermanas que se conocieron tras la muerte de su padre en un accidente aéreo, cuando este regresaba a Nueva York luego de vacacionar unos días en la República Dominicana.

Las dos niñas se ven obligadas a afrontar una nueva realidad en la que su padre ha muerto y sus vidas cambian para siempre.

Acevedo ha ganado varios premios como el galardón“Audie Winner 2020” por el audiolibro With the fire on high (con el fuego en lo alto), que compitió junto al libro Becoming, de la ex primera dama de los Estados Unidos, Michelle Obama.

Su libro “La Poeta X” (The Poet X), estuvo en la lista de los libros más vendidos de The New York Times, y fue condecorado en 2018 con el Premio Nacional del Libro en el renglón de Literatura Juvenil. Ganó la Medalla Carnegie de literatura infantil inglesa, y el premio Cometa de oro, como mejor ficción para adultos jóvenes.

Todas las obras de Acevedo están disponibles en Amazon en formato digital e impreso.

Para conocer todas las obras reconocidas por la Biblioteca Pública de Nueva York pulsa aquí

La XVI Feria Regional del Libro Bahoruco 2020 inicia el 29 de noviembre

La XVI Feria Regional del Libro Bahoruco 2020 será celebrada en formato híbrido, es decir presencia, con sede en varios puntos de Neiba, y una parte virtual través de  Zoom y retransmitido por Facebook y Youtube del Ministerio de Cultura.

El evento, que tendrá lugar del 29 de noviembre al 6 de diciembre, contará con la participación mayoritaria de los escritores nativos de las diez provincias que componen la región sur del país. De igual manerea autores invitados para actividades especiales, y cuyas obras estén relacionadas con este contexto geográfico. Por sus aportes a la literatura, la cultura de su provincia, la región y el país, los autores homenajeados este año serán Ángel Hernández Acosta y Elíxiva María Vásquez. 

Autoridades del Ministerio de Cultura (MINC) y la Dirección de las Ferias del Libro, entidades que organizan la feria, que para la realización de la misma seguirá un protocolo de bioseguridad suscrito con el Ministerio de Salud Pública, redactado bajo la asesoría del Viceministerio de Salud Colectiva y la Dirección de Riesgos. 

Este procedimiento tomará las medidas de prevención que conlleva la pandemia, como el uso obligatorio de mascarilla, medición de la temperatura corporal, aplicación de gel y alcohol, distanciamiento social y lavado constante de manos, entre otras medidas acordadas en el documento. 

Durante la semana de la feria se publicarán más de 30 libros, de los cuales la mitad son un aporte de la Editora Nacional del MINC en base a la publicación de textos inéditos de autores del sur, concursos literarios para jóvenes que participan en talleres y las obras de los escritores a quienes se dedica la Feria Regional Bahoruco 2020, a modo de homenaje póstumo: Ángel Hernández Acosta y Elíxiva María Vásquez, de quienes se publicarán Carnavá y Antiguallas de Neyba, respectivamente. 

Las actividades incluirán novedades con relación a este tipo de eventos y contará con la participación especial del destacado escritor de origen dominicano, Junot Díaz, en cuyas obras se remite a su ascendencia en la región sur de República Dominicana. 

Por primera vez una feria regional contará con la participación de siete autores con el Premio Nacional de Literatura, así como ciclos especiales, programación para escolares y «talleristas», la comunidad de lectores, el festival de cortometrajes “María Montez”, monólogos teatrales y el comentario de obras de autores sureños por parte de “bookstubers” especializados en literatura. 

Tomando en cuenta la situación actual por la pandemia, el MINC ha decidido no vender libros, sino facilitar el intercambio de viejos por nuevos, lo que implica un gran aporte para el público, además de favorecer al sector de los libreros con la adquisición de libros que la entidad estatal donará a los estudiantes meritorios, talleres literarios, bibliotecas y ONGs culturales. 

La ministra de Cultura, profesora Carmen Heredia, avala el evento bajo un criterio de descentralización de las acciones y proyectos de la institución, puesto que la finalidad de una feria del libro es la promoción de la educación, la lectura y el arte en general entre los estudiantes y la ciudadanía. 

Por otro lado, el montaje de una actividad como esta lleva dinamismo a la economía naranja y al mercado formal e informal de la provincia con la prerrogativa de obtener la sede, lo que coincide con los objetivos del presidente Luis Abinader, cuando resalta que el enfoque del Gobierno en estos primeros cien días ha sido la educación y la creación de empleos. 

Fernando Berroa, director de las Ferias del Libro, ha resaltado la integración y apoyo de las autoridades provinciales, así como el modo de funcionamiento del evento, diseñado y pensado para las actuales circunstancias, cuando apenas comienza a normalizarse la asistencia a los cines, teatros y otros eventos artísticos.

Vargas Llosa: Lo más importante que me ha pasado en la vida, aprender a leer

«Lo más importante que me ha pasado en la vida ha sido aprender a leer», afirmó este viernes el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. Tenía cinco años y aquel «poder» le abrió al mundo, le permitió salir de Cochabamba, la localidad boliviana donde vivía, y «viajar en el tiempo».

«Aquello me enriqueció y sobre todo, me hacía gozar. La lectura ha sido el gran placer de mi vida; de hecho -afirmó- no hubiera resistido el confinamiento sin ese placer de la lectura».

El escritor recogió esta tarde el Premio Eñe, uno de los galardones «más humildes», según lo calificaron Juan Miguel Hernández León, presidente del Círculo de Bellas Artes, y el presidente de PhotoEspaña y director de la editorial La Fábrica, Alberto Anaut, «alma mater» del Festival Eñe que lo concede.

Un encuentro de escritores, libros y lectores que este año cumple su duodécima edición de la manera más solvente de que han sido capaces, explicaron: básicamente online, pero con el acto de hoy en vivo, «qué menos», dijo Hernández León.
Con ese motivo, Vargas Llosa conversaba esta tarde con el periodista español Jesús Ruiz Mantilla, director de la edición 2020 del Festival Eñe, con el asunto de fondo de la escritura sobre la utopía y la distopía.

En esa charla, Vargas Llosa reconoció que es un escritor «muy inseguro», y que cuando empieza una novela está «generalmente muy perdido en las ideas que tengo al respecto; la verdad -aseguró- que nunca empiezo hasta que no tengo muchas fichas, esquemas de lo que quiero, que es lo único que me da seguridad» «A medida que avanzo me va creciendo la seguridad, poco a poco, pero al principio creo que no va a salir», señaló.

También confesó que «generalmente», sus novelas «arrancan siempre de alguna experiencia personal que, por alguna razón para mí misteriosa, toca una fibra que dispara la imaginación y me hace crear un pequeño argumento, creo que todas mis novelas han nacido así».